


Siempre será oportuno establecer prioridades para saber cómo actuar y proceder ante entornos turbulentos como los que se viven, buscando anticiparse con planes sensatos.
La gestión empresarial que desde la unidad de servicios de Nabi Estructura promueve como aliado de las micro, pequeñas y medianas empresas, busca que los logros obtenidos como parte de una visión que se tenga, se acompañen de planes para cristalizar ese futuro. Planear permite tener una mente estratégica con sentido de vida que encamine los esfuerzos y permita medir el progreso que se tenga. Las personas o empresas que habitualmente planean tienen diseño estratégico en su actuar porque cuentan con visión, escriben un plan, fijan objetivos, evalúan sus avances y se retroalimentan de su actuar; sin hacer planes sencillamente se responde a lo que se va presentando de cualquier forma e improvisación. Leemos un dicho antiguo que dice: “los cementerios son los lugares más ricos sobre la tierra, porque están llenos de grandes sueños que nunca se llevaron a cabo y nunca fueron acompañados por un plan y una ejecución”.
Una de las preguntas a la que nos enfrentamos al apoyar los modelos de negocios de las empresas, es si se debe o no generar planes que los acompañen o un canvas es suficiente para visualizar todo el negocio; la posición del equipo consultor ha sido que los modelos de negocios hacen parte de los planes para la creación o desarrollo empresarial, pero que ellos deben ir acompañados de temas de mercadeo, producción, organización, jurídico-tributario, financiero y por supuesto una valoración tanto cualitativa como cuantitativa, bajo un tiempo de medición.
Como parte del desarrollo personal o empresarial es oportuno, en tiempos como los que vivimos hacer una pausa para evaluar lo obtenido y hacer planes ordenados, claros, pertinentes y coherentes con el fin de concretar la factibilidad y viabilidad de los mismos. El alcance de los planes está determinado por la capacidad de los proyectos que los incluyen y la orientación que se le dará. Otra inquietud en los planes es si se deben o no escribir, la respuesta siempre es ¡escríbalos! Porque de esa forma puede darse la oportunidad de pensar sistemáticamente y como equipo examinar detenidamente muchos aspectos fundamentales que de lo contrario pasan de largo; así mismo, el tenerlo escrito permite evidenciar la seriedad de lo que allí está generando un compromiso con quien lo escribió pudiendo detectar también las fallas que tiene.
Para hacer planes es importante tener definida la idea de lo que se desea, una visión de querer conseguirlo y la determinación para querer hacerla realidad. La redacción de los planes ya se convierte en estilos de quien escribe y su manera de explicarlo porque estructuras hay diversas pero la más importante es la que le permita a la empresa o persona, ver el plan como una hoja de ruta que lo llevará al lugar que desea y no una camisa de fuerza que le impide avanzar; que su gestión al cierre del año e inicio del siguiente tenga planes y el coraje suficiente para buscar cumplirlos.